Voy a contar unos casos reales, como entrenador de porteros y delegado de un equipo de benjamines de fútbol, he podido comprobar como los niños tienen la capacidad de auto excluirse ellos mismos cuando no encuentran la motivación adecuada. Vamos al caso. Haciendo una referencia a la película "Men in Black" llamemos a uno de estos niños M. M es un niño bajito, físicamente muy menudo para su edad pero con un gran nervio, muy callado y educado, técnicamente con un nivel medio. En un entrenamiento, en el que tuve la oportunidad de dirigir para ayudar al primer entrenador, llegado a la parte final y el partidillo de cierre se me acerca y me dice, medio tartamudeando y sin acabar las frases, que no quiere jugar de entrada el partidillo final del entrenamiento, que prefiere quedarse fuera, su cara era un reflejo de miedo, inseguridad y dudas. ¿cual fue mi reacción? Le puse una mano sobre uno de sus hombros menudos y me arrodillé para poner mi cara a la altura de la de él y le dije con una voz suave pero contundente "M lo estas haciendo muy bien. Me gusta mucho como juegas y para superarte no has de esconderte en el banquillo. Los jugadores de fútbol siempre quieren jugar por eso tu tienes que jugar siempre, tienes que querer jugar todos los partidos y si puede ser titular mejor, no puedes esconderte, lo estás haciendo muy bien y tienes que seguir así, vale?" le puse ambas manos en los hombros y le dije " Tu juegas muy bien y has de mejorar y para ello has de jugar los partidos, vale? sigue así que lo estas haciendo muy bien". Lo primero que te sorprende es el cambio de cara de M, paso a relajar sus gestos faciales y a sonreír con una cara de felicidad que hizo que sintiera una sensación de satisfacción interior que recomiendo a cualquier entrenador. Finalmente M jugó de entrada el partidillo de entrenamiento, muy atento a las instrucciones que le daba y poniendo todas sus habilidades y esfuerzo.
Veamos otro caso, esta vez es H. H es un niño delgadito, con melena y con cara de niña que bien podría pasar más por un componente de un grupo musical y bailarín que por un jugador de fútbol. Su calidad técnica era casi nula, eso si muy ágil y sobre todo parlanchín, aunque detrás de esa fachada se esconde una cierta timidez y sensibilidad. H suele jugar de delantero, un descontrol, solo corre saltando y no se ubica en el campo, eso añadido a su poca técnica hace que dudes sobre su capacidad para practicar fútbol. Pero observando a H en un partido, donde el primer entrenador lo tenia que sacar a jugar, este me consultó sobre la posición de H, me dijo la alineación que sacaría en esa parte del partido y H estaba de delantero, me lo comentó resignado a que no iba a hacer un gran trabajo pero que tenía que jugar y le dije "no lo pongas de delantero, ponlo de lateral" mi compañero se extraño y se lo argumenté "este niño necesita ubicarse en el campo, participar más del juego pero manteniendose en una parcela de terreno para que no se despiste y se pierda en el campo"y así lo hizo, lo sacó de lateral derecho. Antes de salir lo cogí y le expliqué lo que queríamos de él, le dije "H vas a jugar de defensa lateral, solo tienes que quedarte en esa zona, cubrir al contrario que nosotros te digamos y escuchar lo que te decimos, estoy seguro que lo harás muy bien, seguro que lo harás muy bien"y salió a jugar…..IMPRESIONANTE!!…hizo un partido buenísimo, no metieron ningún gol provocado por algún error suyo, despejó, luchó, cubrió se colocó, jugó dos partes de las cuatro…en fin en comparación con sus últimos partidos de delantero fue un partido 10, eso si, durante todo el partido lo único que le dábamos era ánimos y mensajes de confianza y seguridad, nosotros estábamos seguro que lo haría bien y así fue. Desde entonces sigue jugando de defensa, ha ganado en calidad técnica (aunque aún le queda mucho) pero sobre todo ha ganado en confianza y seguridad.El mensaje que quiero que vais es que "Jóvenes Promesas" los podemos encontrar en el día a día, porque una promesa es cualquier niño que supere sus miedos, su timidez, en definitiva se supere a si mismo y para ello solo basta con hablarles, animarles y darles ese mensaje que a cada uno le va bien. ¿Como se hace eso? yo tengo una teoría muy sencilla….OBSERVAR.
Cuando estamos en el mundo del deporte la observación es la mejor herramienta que tenemos, conocer las características del deportista, su carácter, sus maneras. Los niños son como un libro abierto y a poco que observemos veremos muchas cosas y es ahora cuando hay que intervenir, antes de que ese libro lo cierre la edad y sea después más complicado de leer.
Félix Carnero
Terapeuta. Técnico en Coaching y Psicología del Deporte
Training Specialist
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