Hola a Tod@s!!
Cuando somos entrenadores y dirigimos a un equipo o a un grupo de deportistas jóvenes, digamos entre los 12 y 16 años, nos encontramos con diferentes actitudes ante un entrenamiento. Nos encontramos con aquellos que no tienen una responsabilidad para con el equipo y el entrenador, aquellos que van al entrenamiento porque van sus "colegas" o porque les han obligado a ir por prescripción "medica" o "Papal" y no nos damos cuenta que no todo el mundo está dispuesto a realizar algo que no le corresponde. En ese momento aparecen los conflictos deportivos.
En el subconsciente nos aparece la vocecilla que nos dice que "eso no es para nosotros...", pero siempre tenemos también la vocecilla que nos dice que "si, porque..." pero insistimos e insistimos en hacer lo que nos "dictan", lo que nos "aconsejan", lo que.....y llegan los conflictos de la pubertad!!!
El deporte puede ser una vía de educación por su disciplina y pautas, pero lejos de obligar a alguien a realizar algo que en el fondo no desea, deberíamos escuchar lo que realmente sienten.
¿Como podemos ayudar a los jóvenes deportistas?
Lo primero es Escuchar, cuando escuchamos lo estamos haciendo desde el corazón (Angel) , sin juicios, escuchar que es lo que nuestros adolescentes desean realmente. Es muy probable que no lo tengan muy claro y duden entre hacer una cosa u otra, en ese caso lo mejor es "experimentar". Animar a experimentar a los jóvenes es el medio de que ellos puedan escoger cual es la modalidad deportiva que realmente desean realizar. Es una buena opción enseñar a "escuchar-se", con eso nuestros adolescentes irán teniendo claro sus emociones y lo que quieren realmente. Oír al diablo que llevamos dentro, que es la mente (Diablo), la consecuencia que obtendremos son los juicios y consejos que nuestro adolescente en plena ebullición no van a aceptar.
Integrar el sentido de "Escuchar" es algo fundamental para el crecimiento personal. Y no hay mejor enseñanza que el propio ejemplo, por eso debemos empezar a "ESCUCHAR", primero a nosotros mismos para así poder después escuchar a los demás y poder ayudar a nuestros adolescentes.
Conocerse es un buen inicio.
Félix Carnero
THST©
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